La Confederación Sindical de trabajadoras y trabajadores de las Américas (CSA), que representa a más de 55 millones de trabajadoras/es en el continente, expresa su solidaridad con el pueblo de Chile y su preocupación ante el riesgo de avance de la extrema derecha en ese país. Ante los recientes resultados electorales de la primera vuelta para elección presidencial en Chile, observamos con preocupación por la posibilidad clara de que sean las fuerzas de extrema derecha las que se reafirmen en el gobierno.
La dictadura de Augusto Pinochet se caracterizó por la combinación de las peores formas de represión y desconocimiento de derechos civiles y políticos, al mismo tiempo que fue el primer país en América Latina y Caribe que implementó el modelo neoliberal lo que perjudicó las condiciones de vida y de trabajo de las clases populares, profundizaron las desigualdades y privilegiaron las ganancias del capital. Esta agenda que se comenzó a implementar en Chile se extendió a todo el continente en las últimas décadas del siglo XX, con las consecuencias negativas que aún hoy estamos enfrentando.
Es un imperativo para Chile y toda América Latina y Caribe que hoy los sectores populares, los sectores democráticos, la izquierda chilena, organizados y expresados en los diferentes partidos, unan sus fuerzas para dar esta batalla histórica e impedir el avance de la extrema derecha. Desde el sindicalismo de las Américas hemos expresado que los sindicatos y movimientos sociales tienen lado: están del lado de las clases populares, de las y los trabajadores oprimidos por este modelo, de quienes hemos perdido por décadas por políticas que han favorecido al capital y a la concentración de la riqueza. Apoyamos el llamado de nuestra central afiliada, la CUT Chile, a votar por la candidatura de Gabriel Boric y acompañaremos la movilización del pueblo chileno para cerrarle el paso a la agenda ultraconservadora, autoritaria y ultraliberal que pretende perpetuarse en ese país hermano.