Estoy frente a mi ventana pensando y como siempre lo hago desde muy niño, mirando el horizonte que hoy es luminoso, pleno de anuncios promisorios, que vienen para Chile con el nuevo gobierno, a partir de hechos concretos, su programa socialmente difundido y socializado y que es producto de un trabajo colectivo donde el mundo social tuvo relevancia y protagonismo, son sus compromisos de campaña, su estilo franco, de escuchar, de conversar con los niños, su sociabilidad y empatía. Por todo ello con gran responsabilidad, valorando su espíritu unitario amplio es que al gobierno del compañero Gabriel Boric hay que apoyarlo con toda la fuerza del pueblo trabajador, los sentimientos, la consecuencia con el alma y el corazón.
Estoy seguro que con el compañero presidente Gabriel Boric entra también a La Moneda el pueblo, y el mundo social con todas sus diversidades.
Me siento maravillado de la luz de nuestra hermosa cordillera.
¿Cuantos años que no veíamos un paisaje mágico tan lleno de esperanzas? Y ahora…. Ahí va mi imaginación y asociación de situaciones, parece ser un homenaje paisajístico al alma nuestra, al despertar del pueblo, expresado hoy y ayer en las múltiples y diversas movilizaciones, marchas a lo largo del país donde se movilizaron, participaron más de tres millones de ciudadanos desde el norte grande, la ciudad de la eterna primavera, Arica a la ciudad de Punta Arenas que une los océanos y el mundo. Punta Arenas que se sintetizan con clara nitidez en la gesta heroica, que ya por más de dos años y que se explica como una acumulación dialéctica de luchas y acciones previas.
Hoy se están dando esta continuidad histórica con un gran paso adelante, como si fuera un cambio de ciclo con ejemplar cohesión y madurez, protagonicamente por nuestros compatriotas, nuestro pueblo los más excluidos y olvidados y entre ellos los jóvenes chilenos, los estudiantes, los pobladores, las mujeres, todos ellos han hecho presente que la semilla plantada no fue en vano, hoy aflora la memoria social histórica que nunca fue olvidada.
Hoy siento en mi alma, en mi memoria la presencia de Víctor Jara, de Violeta Parra, de Neruda, de Salvador Allende, del compañero Clodomiro Almeyda, del Cardenal Raúl Silva Henríquez, del padre Alfonso Baeza, vicario de la Pastoral Obrera, de Miguel Henríquez, de Radomiro Tomic, de Jeckar Gneme joven dirigente del MIR que vivirá por siempre en nuestra memoria, compañeros honestos dignos heroicos vigentes hoy como ayer. ELLOS EN VIDA YA TRASCENDIERON A SU ÉPOCA.
Los que fuimos parte de la lucha contra la dictadura, abuelos, madres, padres de muchos estos jóvenes, que apoyamos al gobierno de la Unidad Popular, a nuestro compañero Presidente Salvador Allende, los que luchamos contra la dictadura militar de Pinochet, los que luchamos por los derechos humanos y por democracia, nos sentimos hoy con nuestros corazones plenos de optimismo, rejuvenecidos, agradecidos de nuestro pueblo trabajador y de nuestra germinal plena de futuro: la juventud de nuestra patria, que ha recogido desde su compromiso y memoria social todas nuestras demandas pendientes, y ha incorporado las nuevas demandas propias de su tiempo y del futuro -que son tantas- y ha desnudado la esencia del modelo neoliberal y la democracia tutelada que hoy impera en Chile, pidiendo a viva voz, con fuerza, con el pueblo en la calle: plebiscito, una nueva Constitución, asamblea constituyente, salud, educación pública y gratuita; fin al lucro en la educación; participación ciudadana. Fin a las AFP, jornada de trabajo de cuarenta horas, salario justo, protección al medioambiente, a la naturaleza, término a todo tipo de discriminación, plenos derechos a la mujer y reconocimiento constitucional a nuestros pueblos originarios. En definitiva una efectiva profundización de la democracia. Poner en el centro del interés dando cumplimiento a la histórica lucha por las demandas sociales de nuestro pueblo. Eso hará grande al gobierno; le dará estabilidad al gobierno y fortalecerá la democracia.
En definitiva, que se escuche el clamor popular, la voz y las demandas de los trabajadores, una justa redistribución del ingreso, derecho a huelga con rango constitucional, un salario digno, un nuevo código del trabajo, derecho real a la negociación colectiva.
Estos jóvenes son nuestro presente y nuestro futuro como pueblo y nación. Compañeras y Compañeros, hay que abrirles de par en par las puertas, para que asuman un rol fundamental en la dirección de los destinos de nuestra patria; ellos dan plenas garantías a nuestro pueblo y cuentan con nuestra profunda admiración y respeto.
Nosotros los dirigentes sindicales les reconocemos su protagonismo, donde se funden nuestras demandas con las de los jóvenes.
Los dirigentes sociales los acompañan en su lucha, y los partidos políticos -entre ellos nuestro Partido- deben comprometerse con sus justas demandas.
Estamos muy contentos de lo que está aconteciendo y solo llamamos a cumplir el programa comprometido con los trabajadores, y nuestro Chile.
Buenaventura y mucha salud, COMPAÑERO PRESIDENTE GABRIEL BORIC, que los más bellos sueños y anhelada utopía ya histórica, habiten siempre su mente, su alma, su corazón.
Termino mis palabras y parodiando al CHE en unas palabras que le dijera a Camilo Cienfuegos, le diré al compañero presidente Boric: “vas bien compañero Boric, vas bien”
VENCEREMOS